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jueves, 24 de julio de 2014

#16 Laberinto griego

Una profunda y fuerte punzada recorre mi cabeza desde el lóbulo frontal al occipital, siento los labios secos, mucha sed, y mi cuerpo desprende una sensación de angustia, no soy capaz de enderezarme. ¿Qué pasó conmigo? ¿Cómo llegué a esto? Imágenes de mi pasado inmediato se detienen en mi recuerdo, pero aún así no logro hilar mis ideas y entender. Mientras mis ojos se acostumbran a la luz, me doy cuenta de la suavidad de la cama donde estoy tirado, es una habitación bastante clara, amplia, pero no puedo percibir nada más. Por el cuarto sólo se extiende el color blanco, logro enfocar mi vista en una enfermera a mi lado.

Bill: ¿Donde mierda estoy?
Enfermera: Buenos días señor, será mejor que siga durmiendo, lo único que necesita saber es que este es un lugar de tranquilidad donde deberá permanecer por un tiempo.
Bill: -atontado- ¿Por un tiempo? ¿¡Qué?! ¿de qué habla? ¡Me voy de aquí inmediatamente!
Enfermera: lo siento, pero no puede irse.
Bill: ¿Quién me lo va a impedir? ¿usted? no es por ofenderle, pero soy más fuerte que una mujer.
Enfermera: afuera de la habitación están los guardias que trajo su madre, así que por favor quédese tranquilo.

Me parecía insoportable su falsa amabilidad. Estaba encerrado, mierda, Simone me había encerrado, Simone me había ganado. Recorrí la habitación y entendí donde estaba, era un edificio, lo más probable es que este sea el piso 5 o 6, lo más probable también es que sea un hospital psiquiátrico, por lo cuál tampoco me ayudaría actuar como un psicótico.

Bill: esto debe ser ilegal de alguna manera.
Enfermera: su madre está preocupada por usted, no hay nada malo en eso.
Bill: ¡Soy mayor de edad maldita sea, puedo cuidarme a mí mismo, déjeme salir de aquí!
Enfermera: ella tiene un poder legal, de al menos una semana.
Bill: ¿que qué diablos?

¿Poder legal? ¡yo no entiendo nada de estas cosas! y hasta este día no había probado lo que era la falta de libertad, el estar realmente encerrado entre cuatro paredes, el que alguien te tomara y te diera órdenes "no puedes salir" "nadie puede entrar" no quiero estar más aquí. Esto no es Romeo y Julieta, me voy a volver loco.

Narras tú:

Qué impresionante es cuando quieres a alguien. De un momento a otro todo se resume en estar con esa persona y yo no puedo con esos sentimientos. Llega una chica más alta y ya me siento a un lado, me miro y pienso que quizás soy menos, que quizás ella vale más que yo por el simple hecho de ser más bonita, como si yo no lo fuera, pero sí lo soy, porque tengo ideas, las ideas son hermosas y yo coexisto con  ellas, eso es lo que terminé pensando, quizás suene ridículo, quizás sea la última alternativa ante todo esto, mi última alternativa, pero eso es lo que pienso ahora. Recorrí de nuevo estas calles, y me estoy preguntando porque será que siempre escapo, método perfecto de evasión, como un simulacro de emergencia. Luego de unas horas creí que lo mejor sería volver al hospital, sentía un miedo terrible de toparme de nuevo con estas personas, pero sólo quería volver a ver a Bill, aclarar las cosas y dejarlo, ya no quiero finales a medias ni huidas, aprenderé a decir las cosas a la cara.
Volví al piso donde se suponía se hallaba Tom hospitalizado pero no encontré a nadie, cuando ya estaba a punto de marcharme y darme por vencida, tuve la suerte de encontrarme con Gordon.

Gordon: ¡(tunombre)!
Tú: ¡Señor! que bueno que encuentro a alguien ¿sabe donde está Bill?
Gordon: Oh, dime Gordon por favor, sí, lamentablemente creo que sí sé donde está.
Tú: ¿Lamentablemente?
Gordon: Simone se lo llevó, ¡se lo llevó!
Tú: ¿de qué habla?
Gordon: he estado haciendo llamadas y llamadas, y al fin pude averiguarlo, Simone lo  llevo a un hospital fuera de la ciudad donde tiene médicos amigos, lo encontró borracho en una calle y cree que para que se recupere debe mantenerlo ahí por unos días.
Tú: ¿¡QUE HIZO QUÉ?! ¡está loca! perdón por decirlo, pero maldita sea, ella está loca, ¡no puede llevárselo!
Gordon: lo sé, lo sé, Simone ha llenado su cabeza de ideas extrañas desde que habla con esa tal Sophie, ya no es la misma de antes, y temo que Bill no la perdone jamás.
Tú: Deme la dirección.
Gordon: ¿Para qué? No te dejarán pasar.
Tú: ¡Tengo que ir allá!
Gordon: No me estás escuchando, está lejos, y rodeada de guardias.
Tú: Pues entonces lléveme, a usted lo dejaran pasar y yo necesito ver a Bill.
Gordon: ¿No estabas enojada con él?
Tú: sí, lo nuestro terminó.
Gordon: ¿Entonces?
Tú: terminó pero sólo yo sé que terminó, suena caprichoso, pero esa señora no me impedirá hablar por última vez con él y decirle esto, decirle que lo dejo y que está bien si está con Connie porque ella es más bonita, pero también advertirle que es de lo peor.
Gordon: ¿te das cuanta de lo ilógico que es lo que quieres hacer?
Tú: ¡sí! pero lo necesito, y sé que Bill también, y no puede negar que es más absurdo que él este ahí adentro encerrado!
Gordon: sí, tienes razón, haré algunos llamados, arreglaré algunas cosas y te iré a buscar para que vayamos a ver a Bill.
Tú: Gracias.

Al día siguiente Gordon fue a buscarme a casa y esa misma tarde haríamos el viaje hacia el lugar, realmente no estoy segura de nada, me siento turbada y contrariada, como si fuera la heroína de esta historia, el príncipe que va a rescatar a su princesa para luego decirle: no te quiero ver más. Y es que en la vida real no existen los finales felices, porque de partida, no existen los finales.

4 comentarios:

  1. Me gusto , sube más.. A los tiempasos.. C:

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  2. ayyyy que cosas sube pronto por favor

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  3. Está muy interesante, pero sube más amenudo. Bss :)

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  4. ¿Que hize para merecer eso? :ccc
    Espero y (tunombre) piense las cosas y regrese com Bill :c
    Cuidate y sigue así :D♥

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