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viernes, 13 de julio de 2012

#4 ¡Maldito hemisferio norte y su frío!


Tom: ¿Bill? ¿Dónde estás?
Bill: el número al cuál usted ha marcado se encuentra fuera de servicio, por favor intente más tarde.-imitando la voz de una mujer-
Tom: Bill sé que eres tú.
Bill: -aclarando la garganta- ¿Qué pasa hermano?
Tom: Bill, estoy muy enojado. Así que espero, espero cautelosamente que estés bien en este momento y no seas realmente el idiota que acaba de salir en las noticias.
Bill: ¿Noticias? ¿de qué me hablas?
Tom: de que un auto, con patente exactamente igual a la tuya, acaba de chocar y está provocando un alboroto inmenso en la autopista.
Bill: -vuelve a aclarar su garganta- Puede ser.
Tom: ¿QUÉ?
Bill: que puede ser.
Tom: ¿Cómo que puede ser? ¿Chocaste?
Bill: no, no.
Tom: ¿ENTONCES?
Bill: me robaron el auto.-dijo en el tono más bajo que pudo-
Tom: No te escuché.
Bill: ¡Que me robaron el auto!
Tom: ¿Cómo pudiste ser tan tonto como para que te robaran el auto?
Bill: ¡ya no me retes! Deje las llaves puestas.
Tom: uuuuuuuuy, creo que te tengo que poner una niñera Bill, ese era el mejor auto, y te lo roban, no tienes cuidado por nada.
Bill: ya, te cortaré.
Tom: ¡No me cortes!
Bill:- -corta el teléfono- estúpido Tom.
Tú: pero tiene razón
Bill: Lo bueno es que como el ladrón, chocó el auto, Tom no sabrá que yo, antes de eso ya había chocado.
Tú: eres el más tonto. ¿Qué harás ahora?
Bill: Creo que deberías hablar en plural.
Tú: no, yo tengo mi futuro resuelto, puedo tomar cualquier medio de transporte público. Pero tú no, a no ser que quieras irte en un autobús.
Bill: no tendría problema, además yo si conozco Alemania, tu no.
Tú: no me afecta mucho preguntar.
Bill: podríamos tomar un taxi.
Tú: bueno.

Maldita ciudad, no sé donde estamos y creo que Bill tampoco tiene idea, no sé cómo se sabe el camino pero no sabe adonde llega. Esperamos mucho por un taxi, hasta que me aburrí y decidí tomar cualquier bus.

Tú: ¡No pienso seguir esperando! Vámonos en un autobús ¿o acá no pasa nada parecido a una micro, colectivo, o metro?
Bill: es que no sé, mira, por ahí pasó algo.
Tú: ¡Al fin!

Subimos a un autobús, el cual no estaba muy lleno, pero todos los asientos estaban ocupados.

Bill: ¡Diablos! ¿Y si la gente me descubre? Dame tu bufanda.
Tú: no, tengo frío.
Bill: ¡Vamos (tunombre)! Dámela.
Tú: no.
Bill: -te saca la bufanda y se la acomoda para que le cubra el cuello y gran parte del rostro- gracias.
Tú: mire caballero, si me resfrío usted me va a tener que cuidar.
Bill: no te vas a resfriar.
Tú: Maldito hemisferio norte y su frío.

El bus se movía lento y paraba reiteradamente para abordar pasajeros, yo estaba inquieta, no me gusta perderme, aunque el bus sólo iba en línea recta y alguna vez leí que caminando en línea recta no se puede llegar muy lejos, así que, confiare en mi orientación. Bill intentaba sostenerse de cualquier lugar, pero con lo torpe que es, estuvo a punto de caerse muchas veces. Luego, para colmo, en una de las estaciones subieron un grupo de niñas, niñas bastante “simpáticas” que después de cuchichear entre ellas se dirigieron a Bill.

Niña: oye, es que, te pareces a un cantante.
Bill: ah, ah. ¿Me hablas a mí?
Niña: sí, te pareces a Bill Kaulitz.
Tú: ¿Qué están diciendo? ¡No entiendo el alemán!
Bill: creo que me descubrieron.-dirigiéndose a ti en inglés-
Niña2: También sabemos inglés, ¡así que si eres tú!
Tú: hay que niñas más tontas.
Niña: ¿perdón?
Tú: si, porque él no es quién creen que es, ¿ustedes creen que ese tal Bill Kaulich andaría en bus?
Niñas: umm, no, pero quizás si, no sé.
Tú: jamás, debe tener su audi y todos esos autos de lujo, además con el dinero la gente se pone peor, no me imagino a un millonario viajando con gente normal.
Niña2: si, igual sería raro, perdón, es que, nos gusta mucho, creo que ya lo estamos viendo por todas partes. Adiós.
Tú: adiós.
Bill: adiós. (Tunombre) tenemos que bajarnos.
 Tú: ¿estás seguro?
Bill: sí.
Tú: - abajo del bus- ¿Y ahora?
Bill: para allá. Gracias, por todo lo que dijiste de mí ¬¬
Tú: ¿qué cosa? ¿lo de que no te mezclarías con gente normal?
Bill: sí ¬¬
Tú: Sólo lo dije para espantar a esas niñas
Bill: ¡Ahora creerán que soy malo!
Tú: que eres melodramático, la gente no es buena o mala, esos son conceptos muy extremistas.
Bill: -ahora más intrigado que enojado- Entonces ¿Cómo debería llamarlo?
Tú: no lo sé, quizás, superficial, pero no malo. Pero sólo lo dije para que se fueran, no seas llorón.
Bill: ¿Me consideras superficial?
Tú: ¡No!
Bill: de vedad me vas a hacer llorar.
Tú: -ríes- ¡tonto! No, no te considero superficial.
Bill: pero quizás si lo soy, digo, me preocupa bastante mi aspecto.
Tú: ay, ¡ahora te pusiste existencial!, ya, mejor cállate y sigamos caminando.
Bill: está bien. Tom me matará.
Tú: espera ¿Vamos a tu casa?
Bill: sí, ahí está Tom.
Tú: no, yo no vuelvo allá, prefiero quedarme en otra parte.
Bill: pero… no te dejaré.
Tú: No te preocupes, es que de verdad, me voy a sentir muy incómoda.
Bill: pero no te preocupes, si sólo veremos a Tom, además no creo que aún esté Sophie ahí, ya casi es de noche.
Tú: ¿tú crees?
Bill: claro.

Llegamos a la casa de Bill después de caminar bastante, y, aunque no común en mí, me empezó a doler la cabeza. ¡Que peor que tener que aguantar a una suegra con dolor de cabeza! Llegamos y directamente Bill fue a hablar con Tom, yo, como la niña pequeña que soy, no me despegué del lado de Bill, ya que no me gusta pelear mientras tengo dolor de cabeza.

Bill: hola querido hermano gemelo, sangre de mi sangre, con quién compartí el útero de mi madre. ¿Cómo estás?
Tom: no me vas a convencer. Ya puse la denuncia, te traerán el auto, o lo que quedó de él.  Mamá fue la que vio las noticias, también estaba preocupada.
Bill: ¡Mamá! Oh, bueno, tendré que hablar con ella. Tom quédate con (tunombre), vuelvo al tiro.-se va-
Tom: está bien.
Tú: ¿me puedo sentar?
Tom: si, siéntate no más ¿Quieres tomar algo?
Tú: no, gracias.
Tom: ¿Cómo fue que le robaron el auto? No puedo creerlo y eso que yo soy el descontrolado.
Tú: se lo robaron porque dejo las llaves puestas -_-
Tom: ¿Te sientes bien?
Tú: sí, ¿Por qué me sentiría mal?
Tom: te ves extraña.
Tú: la verdad me duele un poco la cabeza.
Tom: Haber…-pone su mano en tu frente- Parece como si tuvieras fiebre.
Tú: ¿Fiebre? No, estás loco.
Tom: de verdad, quizás te resfriaste, en esta ciudad hace mucho frío y tu sólo andas con un polerón. Así cualquiera se enferma.
Tú: ¡Que no estoy enferma!
Tom: yo diría que sí.
Tú: no, me siento bien. ¡Achú!
Tom: ¡Ves! Si estás resfriada.
Tú: no, sólo fue coincidencia que estornudara.

-Bill entra a la habitación junto con Simone-

Simone: tienes que tener más cuidado, no te pueden pasar siempre esas cosas hijo.
Bill: si lo sé.
Tom: Bill, creo que (tunombre) está un poco enferma.
Tú: ¡Te dicen que no! Hola, señora.
Simone: ah, estabas aquí, hola.
Bill: ¿enferma?
Tom: Sí, quizás tiene gripe.
Tú: ¡No me pasa nada!
Simone: hay que ser prudente en esta época del año, si andas vestida de cualquier forma, difícil que no te resfríes.
Bill: ¡Mamá!
Simone: ¿qué?




jueves, 5 de julio de 2012

Nueva fic

Hola! chicas, les quería contar que tengo una nueva fic, se que he estado lenta con "De el y otros demonios" pero trataré de subir lo más seguido, pero esta nueva fic, no demorará tanto, porque es una historia que ya tengo casi terminada, así que sólo tengo que subir, aunque creo que por tiempo, subiré un capítulo cada semana, y si puedo subiré más seguido, eso, gracias por leer y aquí les dejo la nueva historia, ojalá les guste y me sigan. 

domingo, 1 de julio de 2012

#3 Muérdeme tal vez.








Tú: ¿por qué piensa eso? ¿A caso usted vive de la plata de su marido? ¿O tiene un trabajo en el que puede estar las 24 horas del día sin mover un sólo dedo?
Sophie: -se sorprende- ¡Simone! Esta niña es muy falta de respeto, no entiendo cómo puedes dejarla acercarse a Bill.
Tú: sí, sabe que soy bastante mal educada así que ¿Por qué mejor no se va a la mierda? No es mi pasatiempo favorito escuchar a viejas retrógradas hablar, así que permiso.-te paras y sales de la habitación directo hacia la puerta de salida-
Bill:-se para y corre detrás de ti-  ¡Oye!-te toma del brazo- Yo me voy contigo.-decidido sale de la casa y saca las llaves del auto-
Tú: ¿De vedad? Pensé que te quedarías ahí.
Bill: yo también lo pensé, pero…pero no te voy a dejar sola, en realidad ¿Qué me tiene que importar lo que piense la gente? si fuera por eso me vestiría de terno y sería abogado. Además te amo y esas cosas que importan más.
Tú: wow, es lo más lindo que me has dicho en todo este tiempo.
Bill: ¡mentira! Te he dicho cosas mucho más lindas.
Tú: pero mamonas, esto es más, no sé, valiente de tu parte.
Bill: bueno, como quieras, sube al auto, te mostraré Alemania.
Tú: -te subes al auto- Igual, Connie es más alta.
Bill: ¿Qué intentas decir?
Tú: que creo que tu mamá y esa señora me ven como no sé, como un Inca o un mapuche que vino a arruinarles el linaje puro de familia europea.
Bill: ¡No! Es que Simone está loca por culpa de esa vieja, desde que llegó todo es distinto, la comida, los adornos de la casa, la forma en que nos trata a Tom y a mí, todo, pero no importa.-hablaba mientras manejaba-
Tú: está bien ¿Y a donde vamos?
Bill: iremos a un lugar muy genial que visitaba cuando era pequeño, o sea, vivía por allá y son lugares mucho más abiertos, naturales y esas cosas que te gusta fotografiar a ti.
Tú: ya, confiaré en tu sentido de lo natural.
Bill: ¡nunca confias en ni uno de mis sentidos! >:c
Tú: porque siempre te equivocas
Bill: ¡No me equivoco!
Tú: si te equivocas, siempre haces algo tonto o torpe.
Bill: ¿Cómo por ejemplo?
Tú: emm no sé.
Bill: -te mira- ¿Ves? Nunca he hecho algo tor…
Tú: ¡BILL CUIDADO!
Bill: ¿ah?-Se siente un ruido estruendoso y el auto para con brusquedad- ¿Qué pasó?
Tú: -moviendo tu cuello lentamente- ¡Chocamos!

Narra Bill:

Mire lentamente hacia adelante y me di cuenta que había estrellado mi auto con un auto enorme, de un azul oscuro. No era nada grave, pero el conductor se bajo del auto a pedirme explicaciones, Tom me regañará de nuevo.

Bill: ¡No! ¡choque de nuevo! ¿Estás bien?
Tú: sí, si no fue tan fuerte, aunque él se ve enojado.
Bill: si me di cuenta.

Ambos bajamos del auto y (tunombre) fue la primera en hablar con el dueño del auto azul. Era un tipo de pelo rubio, un rubio bastante brillante, era casi tan alto como yo y vestía un abrigo negro.

Tú: ah, disculpa es que, íbamos hablando y
X:-interrumpe-  No te preocupes bonita, no soy bueno enojándome con mujeres, menos por algo tan simple.-hablaba de forma espontánea y tierna-
Bill: -serio- Hola. Si quieres te pago ahora mismo.
X:  Oh, tú eres quién maneja, no sé cómo responder a eso porque realmente no sé cuánto gastaré en repararlo. Me presento soy Edward Aldridge ¿Y ustedes?
tú: que inglés tu nombre, soy (tunombre) y él es Bill.
Edward: Sí, es que vengo de Inglaterra, sólo estaba acá conociendo Alemania, me dijeron que tenía paisajes muy bonitos y eso me sirve para mi trabajo.
Tú: ¿trabajo?
Edward: sí, soy pintor, o eso intento. ¿y tú?
Tú: ¿Pintor? Wow, que original y difícil. Yo hasta ahora soy algo así como fotógrafa.
Edward: ¿Sabes cuánto se parece la pintura a la fotografía?, es como ese tipo de arte que busca lo hermoso o lo chocante del mismo planeta, son cosas muy parecidas. También es difícil encontrarse con una fotógrafa…
Bill: Perdón por la interrupción pero ¿podemos ponernos de acuerdo luego? Estamos apurados.
Edward: ah, verdad, lo siento, es que me distraigo con las personas interesantes.-te miró de reojo-
Bill: ya, acá tienes mi número de teléfono, cuando ya tengas todo calculado me llamas.
Edward: perfecto, adiós Bill, adiós (tunombre) fue un gusto conocerte, si quieres podríamos darnos una vuelva por aquí y pinto una de tus fotografías.-sonríe tranquilamente-
Tú: ah… genial, también fue un gusto conocerte. Adiós.

(tunombre) se subió al auto y partí inmediatamente, no le quería ver más la cara a ese tipo. Manejé rápido muy rápido, ella miraba por la ventana, algo contenta ¿estará contenta porque vamos a un buen lugar o porque ese tipo la alagó tanto? Estoy seriamente celoso, no lo voy a negar, arruinó mi humor. 
Llegamos en poco tiempo al lugar que le llevaría.

Tú: -bajándote  del auto y estirando tus brazos- ¡Se siente un aroma exquisito!- te giras y ves que Bill está serio-¿Qué te pasó?
Bill: nada.
Tú: ¿estás enojado?-te acercas-
Bill: no.
Tú: ¿seguro?
Bill: sí.
Tú: -te acercas aún más y con el dedo índice de tu mano le tocas la mejilla- ¿Por qué estás enojado?-dijiste tiernamente-
Bill: ¡que no estoy enojado!
Tú: ¡sí lo estás!
Bill: Bueno sí, me enojé, porque ese idiota del auto te coqueteó y tú, olvidándote de que yo estaba ahí, le dijiste que sí a todo, y ahora va a venir un día a recoger el dinero y se van a ir los dos a disfrutar de su arte y esas cosas. >:|
Tú: -sonríes-
Bill: ríete, no me importa si es de mí.
Tú: siempre me río de ti, pero ahora me estoy riendo de la situación, o quizás de nervios, o no sé.
Bill: ¿nervios?
Tú: sí.
Bill: tú nunca estás nerviosa, eso es raro.
Tú: ¬¬ ¿crees que soy un robot?
Bill: No, pero eres más, no sé, segura. ¿Por qué estarías nerviosa?
Tú:-te sientas en el pasto, el cuál era verde y acolchado- es que, tampoco es fácil, estar aquí, estar viajando, creer que esto es verdad, hacerme la idea de que esto es realmente real y que tengo una vida y que me tengo que hacer responsable de las cosas, y entender que lo que vivo es real, y que no puedo jugar con…
Bill: -se sienta a tu lado-
Tú: que no puedo jugar como lo hacía antes. Y eso,  me pone nerviosa el sentirme real, y el sentirte real, porque estás aquí y te enojas, y me apoyas, y te pones celoso, y eso significa que eres real, después de todo.
Bill: ¿alguna vez pensaste que no lo era?
Tú:-apoyas tu rostro en su hombro y lo muerdes-
Bill: ¡auch!
Tú: si lo pensé, antes de conocerte bien, te veías distante. El típico cantante millonario con la fama en la cabeza.

Me moví lentamente de mi lugar posteriormente a que ella terminara de hablar, me corrí hacia atrás y me volví a acercar para abrazarla  y tenerla entre mis brazos, para hundir mi cabeza entre su cabello y sentir su aroma. Ella se recostó en mi pecho.

Bill: parece que voy a tener que acostumbrarme a que me muerdas...

Narras tú:

Esa tarde, fue realmente… ¡Graciosa! Bill y yo sólo estábamos ahí, tranquilos,  una tarde “romántica” y esas cosas, pero para cuando sentimos un motor partir y nos dimos vuelta ya algún genio se había llevado el auto de Bill, fue todo muy rápido.

Bill: ¡MI AUTO! ¡NO! ¡DEVUÉLVEME MI AUTO! ¡MALDITO!-corre tras el auto-
Tú: jajajajajaja.
Bill: -corre unos segundos y luego se cansa- ¡ME ROBARON EL AUTO! ¡(TUNOMBRE)! ¿POR QUÉ DEMONIOS TE ESTÁS RIÉNDO?
Tú: ¿Dónde están las llaves del auto?
Bill: acá,-se toca el bolsillo del pantalón- o sea, estaban aquí o-o
Tú: ¡mentira! Dejaste las llaves en el auto, eres el más tonto jajajaja, por eso me río
Bill: ¿qué qué? Mi auto, mi bebé, mi favorito, el que he arreglado a mi gusto, ¡se lo robaron!
Tú: jjajajaajjajajaja, deja de llorar, sólo es un auto.
Bill: ¿Sabes cuánto cuesta ese auto?
Tú: ¿Sabes cuánto cuesta ese auto?-imitando la voz de Bill- ¡Estás hablando como un señor gordo y colorado! Sabes que lo encontrarán, sólo haz una llamada y ya, o mejor cómprate otro, o sólo quédate aquí conmigo.-le jalas la polera y lo acercas-
Bill:-te besa- umm, puede, ser.
Tú: -lo vuelves a besar-  decidiste bien.
Bill: sabes bien.[No puedo creer que me distraiga totalmente cuando me acaban de robar el auto, ella ya me volvió loco]
Tú: lo sé.