#6 ¿cuál es tu obsesión por que me saque la ropa?

Bill: ¿Sabes que soy el vocalista de una banda verdad?

Tú: sí ¿y qué?

Bill: que si me ven, me acosan.

Tú: que pena tu vida.

Salimos a la calle y Bill fue directo a su auto, yo no lo seguí.

Bill: no vienes?

Tú: hay una heladería más allá, ¿para qué ir en auto?

Bill: ¿porque hace frío?

Tú: igual el helado nos dará frío.

Bill: Pero yo quiero ir a una heladería más lejana.

Tú: mentira, no quieres caminar.

Bill: pero es que hace frío.

Tú: ese no es un argumento sólido.  (Lo jalas del brazo para que camine)

Bill: noooooooo D:

Tú: que nena eres.

Bill: ¿nena yo?

Tú: si tú.

Bill: no sabes nada, podría cargarte a ti y a 5 personas más en medio de una tormenta de nieve.

Tú: claro, tú, el más musculoso. Jajaja

Bill: ¿Y dónde queda tu famosa heladería?

Tú: unas calles más allá.

Bill: ash, que terca eres.

Tú: gracias, siempre me dicen eso.

Bill: pediré un banana Split. (con expresión de triunfo)

Tú: ¿por qué estabas en la agencia?

Bill: siempre voy ahí. Me dan ropa, ahí son las sesiones de fotos y otras cosas así.

Tú: ¿por qué no me dijiste quién eras el día en que me mojaste?

Bill: porque no te conocía.

Tú: ¿pensaste que te haría algo?

Bill: hay chicas que me han tocado entero cuando salimos del hotel, eso me crea traumas.

Tú: jajajajajajajajajajajaja.

Bill: deja de reírte :c

Tú: no te preocupes, mis manos estarán lejos de ti. (aguantando la risa)

Bill: tonta.

Tú: tonto.

Bill: ¬¬

Tú: jaja, ya, aquí es.

Entramos al lugar, era pequeño, pero bastante acogedor. 

Bill: mira, también venden café, amo el café, tomemos café.

Tú: estás loco. Había una cafetería a 20 cm de mi edificio, así que tomaremos helado.

Bill: bueno, bueno.

Tú: (dirigiéndote al señor que atendía) emm Hola, quiero pedir helados.

Caballero: emm ok, de qué sabor? 

Tú: yo, chocolate. 

Cabellero: ¿y él?

Bill: yo quiero un banana Split :D

Caballero: uuy, ¿hace mucho frío allá afuera?

Tú: ¿ lo dice porque él (señalando a Bill) parece una momia egipcia con tantas bufandas en la cara?

Caballero: sí. 

Bill: ¡oye! ¬¬

Tú: jajajajaa Sí, hace bastante frío. 

Caballero: ok, pueden ir a sentarse, una mesera les llevará sus helados.

Tú: ok.

Nos sentamos en una mesa, eran mesas redondas que tenían al rededor un cómodo sillón. Bill realmente parecía un agente encubierto, me causaba gracia.

Tú: ¿por qué no te sacas esa bufanda que sea?

Bill: ¿cuál es tu obsesión por que me saque la ropa?

Tú: sólo hablo de una bufanda, además aquí no hay nadie, o sea, nadie te podría "acosar" jajaja.

Bill: ok. (se quito la bufanda  y los lentes de sol).

Tú: (rápidamente tomaste sus lentes y te los pusiste) jaja que entretenido, se ve verde.

Bill: es entretenido ver verde. A veces me imagino a todos como marcianos. 

- En ese momento una mesera les trae los helados.- 

Bill: que rico. (con cara de idiota)

Tú: Bill, ¿por qué me invitaste a tomar helado?

Bill: emm , emm (nervioso) porque no sé. Era raro que te halla encontrado dos veces por casualidad.

Tú: ahh. 

Bill: oye, ¿por qué odiabas tanto a esa chica?

Tú: ¿a quién?

Bill: a la morena que estaba contigo y tus compañeros.

Tú: ahh, Consuelo. Es una perra. Por eso.

Bill: Que directa.

Tú: es que no me gusta la gente que miente por gusto, ella es así. 

Bill: es verdad. (le suena el celular) em, espera. (empieza a hablar cosas raras en alemán)

Tú: .__________.

Bill: (cuelga) ¿Que pasa?

Tú: hablas de una forma muy graciosa en alemán. 

Bill: jajaja, ¿no sabes hablar alemán? 

Tú: no, es muy no sé, enredado.

Bill: era Tom, creo que tengo que irme. 

Tú: ok

Bill: La idea era que me pidieras que me quedara.

Tú: ¿para qué? si me dijiste que debías irte. 

Bill: ¬¬

Tú: ok, no te vayas.

Bill: jajaja, ¿quieres ir conmigo? tengo que ir con Tom a cambiar el auto.

Tú: ¿a cambiar el auto? ¿el INMENSO auto negro que tienes? 

Bill: sí. 

Tú: ¿y por qué lo quieres cambiar?

Bill: desde el día que patiné en la lluvia, que los frenos no me funcionan bien. 

Tú: que tarado.

Bill: ¿me acompañas o no?

Tú: ok. ¿quién es Tom?

Bill: cómo si no supieras.

Tú: no, no sé. (mintiendo)

Bill: si sabes. 

Tú: no, no sé.

Bill: es...

Tú: ahh! me acabo de acordar que si sé. jajaja

Bill: te gusta molestarme. 

Tú: sí. Pero igual la pasaste bien conmigo.

Bill: lo acepto. 

Caminamos de vuelta hacia el edificio ya que afuera estaba el auto. Me reía mucho con él, no me preocupaba el haberlo conocido hace tan poco, simplemente era entretenido. Llegamos adonde estaba el auto y nos fuimos.No sé adonde me llevaba, pero era bastante lejos. 

Tú: ¿cuánto falta?

Bill: poco. 

Tú: ¿y ahora?

Bill: eres como una niña. 

Tú: soy una niña, recuerda que aquí el viejo eres tú. Yo tengo unos tiernos 18 años.

Bill: Oye, no soy viejo. Y aquí es.

Llegamos a un lugar inmenso donde lo único que se veía eran autos y autos. Bill estacionó el auto y cuando nos bajamos un chico se aproximo inmediatamente.

Tom: Bill! ¿dónde diablos estabas?!

Bill: ¡hey no tienes derecho a reclamar, ayer llegué y no estabas, y en la mañana cuando salí aún no llegabas!.

Tom: hay por favor, que pecado más grande no dormir en casa con mi hermanito (imitando la voz de Bill)

Bill: eres un tarado. 

Yo contemplaba aquella escena callada e inmóvil. Él era Tom, estaba segura, realmente se parecen, realmente son iguales. 

Tom: ¿y quién es la belleza que trajiste? (mirándote de pies a cabeza)

Tú: emm hola?

Tom: Hola bonita, ¿cómo te llamas?

Bill: se llama (tunombre) y es una amiga. 

Tom: hey cálmate, no te la quitaré.

Bill: ¿qué? imbécil.

Tú: ¡hey¡ estoy aquí y no soy de nadie.

Tom: Eso es bueno. 

Bill: Tom, no seas pervertido!

Tom: ash ¬¬ Podemos ver luego lo del auto? Primero chocas el mío y ahora que tenemos sólo este, también lo echas a perder.

Bill: no molestes. 

Tom: y eso que manejas como nena.

Bill: no manejo como nena.

Tú: Bill, si manejas como nena.

Bill: gracias ¬¬ 

Tú: de nada jajaja

Tom: ¿ves?

Bill: ¡están los dos contra mí! mejor váyanse, compren un auto juntos y ámense. (enojado)

Tom: como tú digas. 

Tú: ¿qué? no! que tarados son los dos. 

Me dio risa este capítulo, igual no hay ni un pecado en querer que Bill se quite la ropa, ¿verdad? jaja, ya son 23, se les quiere harto y ojalá comenten. Adiós.