Seguidores

martes, 20 de diciembre de 2011

#28 ¿Qué pretendes?

Tú: -le mordiste el labio mientras hablaba- realmente aléjate. – lo corres y comienzas a caminar de vuelta al bus.
Bill: no te creo, sabes que no te creo y no te creeré, vamos a ver quién termina ganando el juego.
Tú: já,-sonríes- me gusta este Bill, más atrevido, pero no te confíes, no tienes lo necesario.
Bill: -sonríe-
Tú:-te vas-

La noche siguió su curso, tardó horas en llegar una grúa con lo necesario para cambiar las ruedas y luego de realizado el trabajo, subieron todos y el bus pudo volver a marchar, te fuiste a dormir, tenías frío y querías el calor de tu cama, poco a poco el sueño te ganó & por la mañana te despertó un movimiento brusco del bus, con el que casi te caíste de la cama.

Tú: auch, maldito bus, de nuevo me caigo.

Te levantaste, habías dormido con un poleron y un short bastante corto, tomaste tu toalla y te dirigiste al baño, si no te bañabas, no despertarías jamás. La sorpresa fue grande cuando jalaste la perilla y encontraste a alguien en tu baño, sí, a alguien, ese alguien era justamente a quién no te querías encontrar, Bill, quién estaba frente al espejo del baño mirando su rostro envuelto en una toalla. ¡Menos te lo querías encontrar en el baño de tu habitación sólo en toalla! no merecías sufrir por tamaña tentación.

Bill:-se sobresalta- ¿Qué haces aquí?
Tú: ¿Qué haces tú aquí?
Bill: tienes que tocar la puerta antes de entrar, podría haber estado desnudo.
Tú: como si no te hubiera visto… eso no importa, ¿Qué haces aquí?
Bill: ¿no se te ocurre que nuestra ducha sigue mala?
Tú: ¿desde cuándo estás aquí?
Bill: no sé, 15 minutos.
Tú: ¿y aún no te bañas?
Bill: estaba cuidándome el rostro primero.
Tú: ¿cuidándote el rostro?
Bill: cremas y esas cosas.
Tú: eres una nenita. Sal, me quiero duchar.
Bill: estoy yo, tendrás que esperar.
Tú: te has demorado mucho, ya perdiste tu tiempo, vuelve luego, o deja tu mensaje en el buzón de voz.-burlesca-
Bill: no me ire.
Tú: vete.
Bill: si quieres podemos bañarnos juntos, no hay problema.
Tú: vete.
Bill: no.
Tú: vete.
Bill: deja de ser bruja, no me iré de aquí hasta ducharme, y eso lo hago luego de mis cremas.
Tú: ¿por qué eres tan molestoso?
Bill: tú entraste aquí a molestar.
Tú: como quieras.-se saca el polerón y el short, queda sólo en ropa interior-
Bill: ¿Qué estás haciendo?-nervioso-
Tú: no te pienso esperar.-entra a la ducha, corre la cortina-
Bill: hey, pero eso es trampa, si yo la iba a ocupar.
Tú: -asomando la cabeza por un lado de la cortina- IBAS.-cuelgas tus sostenes y tus bragas-
Bill: eso es un tanto provocador ¿no crees? no debes llegar y bañarte al lado de cualquier hombre.
Tú: -vuelve a meter la cabeza y corre bien la cortina- tú eres gay, así que no me importa.-enciendes la ducha-
Bill: ¡sabes que eso no es verdad!.
Tú: ¿por qué debería saberlo?
Bill: sabes porque deberías saberlo.
Tú: ¿Por qué nos acostamos? Eso no te hace hombre, ni siquiera fue bueno, cualquier mujer puede fingir un orgasmo.
Bill: ¿fingir? ¿Qué? ¿Estás bromeando? Tú no fingiste nada.
Tú: eso lo sé yo, no tú.
Bill: ¡no seas mentirosa!-enojado-
Tú: ¿recuerdas esto? -suelta unos gemidos-

Del otro lado Bill escuchaba los sonidos mezclados con el caer del agua, no pudo evitar imaginarte allí adentro, aunque a la vez le enojaba lo que le decías.

Bill: ¡mentira! Sólo dices esto para molestarme.
Tú: -sueltas una carcajada- asume tu realidad, no eres bueno siendo hombre.
Bill:   seguro, en realidad te mueres por tenerme cerca de ti.
Tú: -suelta otra carcajada- preferiría hacerlo hasta con Tom, antes que contigo.

Aquellas palabras hirieron de manera repentina el ego del hermano menor quién echaba llamas por los ojos ante aquellas declaraciones.

Bill: ya sabrás lo que es bueno, te haré pedirme más.

El más alto de los Kaulitz se deshizo de su toalla y entró a la ducha.

Tú: -lo miras de arriba abajo.- ¿qué pretendes?

Él no respondió, simplemente junto sus labios de la forma más pasional que pudo, era la primera vez que te besaba tan intensamente, le seguiste el beso, después de todo, eso era lo que querías lograr provocándolo, tenías la esperanza de que reaccionara, que dejara la timidez, y aún más disfrutabas el hecho de sacar a ese Bill distinto, que prefiere arriesgarse. Te tenía contra la pared mientras el agua corría por sus cuerpos, tenía una mano en tu cintura y con la otra sostenía una de tus piernas, cogías su pelo y lo acercabas aún más a ti, su erección te rosaba y eso te excitaba aún más, pero no querías expresarlo, no querías que se sintiera triunfador al saber el placer que te estaba haciendo sentir. Pero no pudiste contenerte, entró en ti y diste un gemido que él ahogó con un beso, para luego seguir con embestidas, a ratito fuerte, a ratito lento, la respiración se aceleraba cada vez más, sentías un centro de placer en tu entrepierna, y mientras pasaban los minutos tus piernas se iban debilitando, sentías que caerías en cualquier momento, pero no podías parar, tus músculos se tensaban y él gemía, despacio, pero constantemente, hasta que ambos llegaron al orgasmo, por unos segundos reposaste tu cabeza en su pecho, estabas cansada y querías mojarte un poco más.

Bill: ¿por qué te da tanto miedo aceptar que me quieres?-en voz baja-
Tú: …

En ese momento Bill tomó su toalla y salió de la ducha, te quedaste inmóvil mientras sentías cerrarse la puerta de tu habitación y luego los pasos de él bajando. Habías notado su rostro al irse, estaba triste, y eso te dolía.

Tú: pero… Bill…ash, soy una tonta.



es cortito, pero quería subir algo que sea, eso, ojalá les guste c: 

martes, 13 de diciembre de 2011

#27 Aléjate.

Estuvieron así toda la tarde, felices, jugando, comiendo, saltando. ¿Y yo? Yo estaba del otro lado del mundo, del otro lado de la situación, me sentía ahogado y a la vez patético, vulnerable, soy Bill Kaulitz, siempre feliz y con el rostro perfecto, no puedo estar así por una chica. Llegó la noche y ya estábamos llegando a Viena, el aire era un poco distinto al igual que el clima, estábamos todos comiendo, yo estaba un poco más despierto, decidí que no lamentaré nada, ella simplemente quiere jugar conmigo, lo noté, pero dejaré de ser tan tonto, lento y tímido, si quiere jugar, jugaré mejor.

Gus: creo que ya estamos llegando –mirando un mapa-
Geo: ¿sí?
Gus: sí, mira, estamos aquí, y aquí es donde parará el bus- señalando en el mapa-
Geo: que entretenido.
Tú: con todo esto me siento nómada.
Tom: ¿comerás más de esto?
Tú: no, ¿por?
Tom: dámelo, dámelo.
Tú: que eres comelón.
Bill: ¬¬
Tom: ¿por qué tienes esa cara tan fea?
Bill: ¬¬
Tú: él es así, desde que lo conocí tiene esa cara.
Tom: jaja, sí, es verdad.
Bill: ¬¬
Geo: no, a veces tiene cara de sueño, algo le pasa.
Gustav: quizás tiene problemas de amor.
Bill: ¿por qué no se meten en sus vidas? –les da la espalda a todos-
Tom: ¿es tu nueva forma de sentarte? ¿Pondrás el plato en el aire ya que al otro lado no hay mesa?
Bill: …
Geo: quizás extraña a mami.
Tom: quiz/

-¡Chack! El bus frena con brutalidad y no deja terminar la frase a Tom, Bill se cae, y los demás se afirman de la mesa-

Tom: ¡QUE DEMONIOS FUE ESO!
Bill: auch
Tú: algo le pasó al bus.
Bill: no, si no nos dimos cuenta ¬¬
Tú: que buena onda.
Bill: ¿te importa?
Tú: la verdad no.
Bill: que bueno porque a mí tampoco.
Tú: se ve que si te importa, o si no, no estarías tan idiota.
Bill: no estoy idiota ¬¬
Tú: no, no estás idiota, ERES idiota.
Bill: infantil.
Tú: tarado.
Bill: tonta.
Tú: tonto.
Geo: ¡paren!
Gustav: ¿qué le paso al bus?
Tom: haber…-abre la puerta, con fuerza-
Tú: -sales y ves al chofer mirando una rueda del inmenso bus-  ¿Qué paso?
Chofer: se pincharon dos ruedas.
Tom: ¿y David?
Chofer: siguieron de largo, creo que no se percataron de esto.
Gustav: y estábamos tan cerca de Viena.
Chofer: no, no estábamos cerca, ¿quién te dijo eso?
Gustav: el mapa.
Chofer: entonces viste mal, estamos lejos aún.
Bill: ¿y qué haremos?
Chofer: no lo sé, trataré de contactarme con David & ver que hacemos, pero creo que esto demorará.
Bill: ash, iré a dormir entonces.
Chofer: no, no, aún no entren al bus, mientras más peso tenga, más se desinflará la rueda, y si no la podemos cambiar tenemos que irnos así.
Bill: ¿quieres que esperemos afuera?
Tom: Bill, no seas reclamón.
Bill: esto es horrible.
Tú: exagerado.
Bill: tú no me molestes, eres como la mala suerte, desde que llegaste todo nos sale mal.
Tú: puede ser, quizás soy tu perdición, aléjate de mí o te convertiré en sapo.- te das la vuelta y comienzas a caminar-
Tom: (tunombre) no te vayas a perder, no sabes dónde estamos.
Tú: don’t worry, tengo celular por si me intenta comer un lobo.
Tom: umm.

L a miraba mientras se iba, serena y con ese vaivén de caderas característico de ella, le daba un aire distinto, como si fuera alguien inalcanzable, alguna personas abstracta. ¿A dónde iría? Quiero saber que siente, que demonios piensa,  si realmente siente algo, aunque sea pequeño, por mí.

Narras tú:
-“Desde que llegaste todo sale mal”- Maldito idiota, me gustaría simplemente irme, como lo estoy haciendo ahora, irme y que después se tenga que retorcer en el suelo pidiéndome que vuelva. Me metí donde no me tenía que meter. No lo quiero y aún así me da vueltas en la cabeza. ¿No lo quiero?.  No sé hacia donde estaba yendo, la luna revoloteaba en un inmenso cielo negro, y tenía ese nudo en la garganta que sabes que te hará llorar, no sabía si era por la distancia o por la soledad, pero en ese preciso momento estaba extrañando todo lo que alguna vez tuve, me estaba sintiendo sola, estaba añorando ese buen gusto de estar junto a mis amigos o a mi familia, estaba añorando todo lo que no tenía acá.
Y no sé a dónde llegué, pero cuando abrí mi mente estaba bajo un inmenso árbol, me sentía intranquila. Me senté ahí, y sin quererlo, y sin poder evitarlo lloré un segundo por todo lo que no había llorado en años.



Tom: eres muy idiota.
Bill: ¿qué?
Tom: no te lo repetiré, no te diré lo idiota que eres a cada segundo, date cuenta tú mismo.
Bill: ¿de qué?
Tom: nada.
Bill: dime
Tom: no.
Bill: ¿es por (tunombre)?
Tom: sí.
Bill: te preocupas mucho por ella.
Tom: ¿a caso crees que no le duelen las cosas que le dices?
Bill: a ella no le importa lo que yo le diga.
Tom: claro, por eso se acostó contigo.
Bill: ¿a qué te refieres?
Tom: yo soy el mujeriego que no entiende de sentimientos, no trates de jugar mi rol.-se va del lado de Bill-
Bill: pero ¿qué?.


Cuando era pequeña y me ponía a llorar de esta forma mamá siemrpe me daba luego algún dulce de los que me gustan, algún artilugio para olvidar el por qué de mi llanto y volver con una sonrisa. En este momento me haría bien un dulce, pero no sé qué olvidaría, si no sé porque estoy llorando. Me aceleré al escuchar hojas quebrándose, eran hojas del otoño que estaban regadas por todos lados, me limpie la cara, pero me quedé ahí. No quería moverme.

Bill: a..ah
Tú: -giras tu rostro con violencia y te quedas mirándolo-
Bill:- nota tus ojos, distintos, no tan vivos como suelen ser- ¿Estás bien?
Tú: ¿te importa?
Bill: sí, mucho.
Tú: estoy bien.
Bill: no me mientas.
Tú: ¿para qué preguntas si no me creerás?
Bill: -se sienta a tu lado- Cuando tenía como 5 años los árboles tan grandes me daban miedo.
Tú: que cobarde.
Bill: ¬¬
Tú: ¿qué haces acá?
Bill: no quería dejarte sola.
Tú: ¿sólo por eso?
Bill: no, en realidad… que…que
Tú: ya empezó tu tartamudeo.
Bill: quería estar contigo.
Tú: ¿conmigo? ¿con la que te da mala suerte? ¿con la infantil?
Bill: no, perdona todo eso, es idiota lo que digo. Aunque tú igual me tratas mal.
Tú: ¿yo? Mentira.
Bill: sí, siempre me dices tonto o imbécil.
Tú: pero yo tengo razones.
Bill: yo igual.
Tú: ¿ah sí?
Bill: o sea, no, o sea, si, o sea, ¿para qué hacemos todo esto? Sabes que te quiero, que me encantas, que no sé, vas a decir que soy mamón y todas esas cosas, pero he sentido cosas que no sentía, y…-levanta suavemente tu mentón para que los mires a los ojos- y tus ojos me envuelven en algo que no sé explicar.
Tú: -lo miraste un segundo, luego reaccionaste y te apartaste de él.- es bonito lo que dices, pero primero, no te creo, y segundo yo no siento nada por ti.-te paras-
Bill: -también se para- eso es mentira.
Tú: sólo fue un desliz, pero no quiero nada serio, no estoy enamorada de ti.
Bill: sabes que eso es mentira.-se acerca a ti, te susurra al oído- sólo tienes miedo, y le que debería tener miedo soy yo.
Tú: ¿eso crees?
Bill: es la verdad.- comenzó a recorrer tu mejilla con sus labios, lentamente mientras se acercaba a tu boca-
Tú: aléjate.
Bill: aléjame.

No podía alejarlo, me gusta cuando está tan cerca, me gusta cuando me toca, me gusta sentirlo, es un idiota y aún así no puedo apartarlo, aún así quiero correr a abrazarlo cuando está lejos, sí, me gusta, me gusta mucho.

Tú: -le mordiste el labio mientras hablaba- realmente aléjate. – lo corres y comienzas a caminar de vuelta al bus.
Bill: no te creo, sabes que no te creo y no te creeré, vamos a ver quién termina ganando el juego.
Tú: já,-sonríes- me gusta este Bill, más atrevido, pero no te confíes, no tienes lo necesario.
Bill: -sonríe-
Tú:-te vas-


Chicas, en algo así como una semana & media termino de entregar todos los malditos trabajos del colegio, creo que hasta ese entonces volveré ah subir, puesto que tengo una prueba de matemática- odio matemática- y tengo que estudiar demasiado, se les quiere, eso, adiós ♥