Tom: ¿Bill? ¿Dónde estás?
Bill: el número al cuál usted ha marcado se encuentra fuera de servicio,
por favor intente más tarde.-imitando la voz de una mujer-
Tom: Bill sé que eres tú.
Bill: -aclarando la garganta- ¿Qué pasa hermano?
Tom: Bill, estoy muy enojado. Así que espero, espero cautelosamente que
estés bien en este momento y no seas realmente el idiota que acaba de salir en
las noticias.
Bill: ¿Noticias? ¿de qué me hablas?
Tom: de que un auto, con patente exactamente igual a la tuya, acaba de
chocar y está provocando un alboroto inmenso en la autopista.
Bill: -vuelve a aclarar su garganta- Puede ser.
Tom: ¿QUÉ?
Bill: que puede ser.
Tom: ¿Cómo que puede ser? ¿Chocaste?
Bill: no, no.
Tom: ¿ENTONCES?
Bill: me robaron el auto.-dijo en el tono más bajo que pudo-
Tom: No te escuché.
Bill: ¡Que me robaron el auto!
Tom: ¿Cómo pudiste ser tan tonto como para que te robaran el auto?
Bill: ¡ya no me retes! Deje las llaves puestas.
Tom: uuuuuuuuy, creo que te tengo que poner una niñera Bill, ese era el
mejor auto, y te lo roban, no tienes cuidado por nada.
Bill: ya, te cortaré.
Tom: ¡No me cortes!
Bill:- -corta el teléfono- estúpido Tom.
Tú: pero tiene razón
Bill: Lo bueno es que como el ladrón, chocó el auto, Tom no sabrá que yo,
antes de eso ya había chocado.
Tú: eres el más tonto. ¿Qué harás ahora?
Bill: Creo que deberías hablar en plural.
Tú: no, yo tengo mi futuro resuelto, puedo tomar cualquier medio de
transporte público. Pero tú no, a no ser que quieras irte en un autobús.
Bill: no tendría problema, además yo si conozco Alemania, tu no.
Tú: no me afecta mucho preguntar.
Bill: podríamos tomar un taxi.
Tú: bueno.
Maldita ciudad, no sé donde estamos y creo que Bill tampoco tiene idea, no
sé cómo se sabe el camino pero no sabe adonde llega. Esperamos mucho por un
taxi, hasta que me aburrí y decidí tomar cualquier bus.
Tú: ¡No pienso seguir esperando! Vámonos en un autobús ¿o acá no pasa nada
parecido a una micro, colectivo, o metro?
Bill: es que no sé, mira, por ahí pasó algo.
Tú: ¡Al fin!
Subimos a un autobús, el cual no estaba muy lleno, pero todos los asientos estaban
ocupados.
Bill: ¡Diablos! ¿Y si la gente me descubre? Dame tu bufanda.
Tú: no, tengo frío.
Bill: ¡Vamos (tunombre)! Dámela.
Tú: no.
Bill: -te saca la bufanda y se la acomoda para que le cubra el cuello y
gran parte del rostro- gracias.
Tú: mire caballero, si me resfrío usted me va a tener que cuidar.
Bill: no te vas a resfriar.
Tú: Maldito hemisferio norte y su frío.
El bus se movía lento y paraba reiteradamente para abordar pasajeros, yo
estaba inquieta, no me gusta perderme, aunque el bus sólo iba en línea recta y
alguna vez leí que caminando en línea recta no se puede llegar muy lejos, así
que, confiare en mi orientación. Bill intentaba sostenerse de cualquier lugar,
pero con lo torpe que es, estuvo a punto de caerse muchas veces. Luego, para
colmo, en una de las estaciones subieron un grupo de niñas, niñas bastante
“simpáticas” que después de cuchichear entre ellas se dirigieron a Bill.
Niña: oye, es que, te pareces a un cantante.
Bill: ah, ah. ¿Me hablas a mí?
Niña: sí, te pareces a Bill Kaulitz.
Tú: ¿Qué están diciendo? ¡No entiendo el alemán!
Bill: creo que me descubrieron.-dirigiéndose a ti en inglés-
Niña2: También sabemos inglés, ¡así que si eres tú!
Tú: hay que niñas más tontas.
Niña: ¿perdón?
Tú: si, porque él no es quién creen que es, ¿ustedes creen que ese tal Bill
Kaulich andaría en bus?
Niñas: umm, no, pero quizás si, no sé.
Tú: jamás, debe tener su audi y todos esos autos de lujo, además con el
dinero la gente se pone peor, no me imagino a un millonario viajando con gente
normal.
Niña2: si, igual sería raro, perdón, es que, nos gusta mucho, creo que ya
lo estamos viendo por todas partes. Adiós.
Tú: adiós.
Bill: adiós. (Tunombre) tenemos que bajarnos.
Tú: ¿estás seguro?
Bill: sí.
Tú: - abajo del bus- ¿Y ahora?
Bill: para allá. Gracias, por todo lo que dijiste de mí ¬¬
Tú: ¿qué cosa? ¿lo de que no te mezclarías con gente normal?
Bill: sí ¬¬
Tú: Sólo lo dije para espantar a esas niñas
Bill: ¡Ahora creerán que soy malo!
Tú: que eres melodramático, la gente no es buena o mala, esos son conceptos
muy extremistas.
Bill: -ahora más intrigado que enojado- Entonces ¿Cómo debería llamarlo?
Tú: no lo sé, quizás, superficial, pero no malo. Pero sólo lo dije para que
se fueran, no seas llorón.
Bill: ¿Me consideras superficial?
Tú: ¡No!
Bill: de vedad me vas a hacer llorar.
Tú: -ríes- ¡tonto! No, no te considero superficial.
Bill: pero quizás si lo soy, digo, me preocupa bastante mi aspecto.
Tú: ay, ¡ahora te pusiste existencial!, ya, mejor cállate y sigamos
caminando.
Bill: está bien. Tom me matará.
Tú: espera ¿Vamos a tu casa?
Bill: sí, ahí está Tom.
Tú: no, yo no vuelvo allá, prefiero quedarme en otra parte.
Bill: pero… no te dejaré.
Tú: No te preocupes, es que de verdad, me voy a sentir muy incómoda.
Bill: pero no te preocupes, si sólo veremos a Tom, además no creo que aún
esté Sophie ahí, ya casi es de noche.
Tú: ¿tú crees?
Bill: claro.
Llegamos a la casa de Bill después de caminar bastante, y, aunque no común
en mí, me empezó a doler la cabeza. ¡Que peor que tener que aguantar a una
suegra con dolor de cabeza! Llegamos y directamente Bill fue a hablar con Tom,
yo, como la niña pequeña que soy, no me despegué del lado de Bill, ya que no me
gusta pelear mientras tengo dolor de cabeza.
Bill: hola querido hermano gemelo, sangre de mi sangre, con quién compartí
el útero de mi madre. ¿Cómo estás?
Tom: no me vas a convencer. Ya puse la denuncia, te traerán el auto, o lo
que quedó de él. Mamá fue la que vio las
noticias, también estaba preocupada.
Bill: ¡Mamá! Oh, bueno, tendré que hablar con ella. Tom quédate con
(tunombre), vuelvo al tiro.-se va-
Tom: está bien.
Tú: ¿me puedo sentar?
Tom: si, siéntate no más ¿Quieres tomar algo?
Tú: no, gracias.
Tom: ¿Cómo fue que le robaron el auto? No puedo creerlo y eso que yo soy el
descontrolado.
Tú: se lo robaron porque dejo las llaves puestas -_-
Tom: ¿Te sientes bien?
Tú: sí, ¿Por qué me sentiría mal?
Tom: te ves extraña.
Tú: la verdad me duele un poco la cabeza.
Tom: Haber…-pone su mano en tu frente- Parece como si tuvieras fiebre.
Tú: ¿Fiebre? No, estás loco.
Tom: de verdad, quizás te resfriaste, en esta ciudad hace mucho frío y tu
sólo andas con un polerón. Así cualquiera se enferma.
Tú: ¡Que no estoy enferma!
Tom: yo diría que sí.
Tú: no, me siento bien. ¡Achú!
Tom: ¡Ves! Si estás resfriada.
Tú: no, sólo fue coincidencia que estornudara.
-Bill entra a la habitación junto con Simone-
Simone: tienes que tener más cuidado, no te pueden pasar siempre esas cosas
hijo.
Bill: si lo sé.
Tom: Bill, creo que (tunombre) está un poco enferma.
Tú: ¡Te dicen que no! Hola, señora.
Simone: ah, estabas aquí, hola.
Bill: ¿enferma?
Tom: Sí, quizás tiene gripe.
Tú: ¡No me pasa nada!
Simone: hay que ser prudente en esta época del año, si andas vestida de
cualquier forma, difícil que no te resfríes.
Bill: ¡Mamá!
Simone: ¿qué?